26 abril 2010

MARATON

El pasado día 25 de abril se celebró el MAPOMA (Maratón Popular de Madrid). Ya se sabe que esta distancia, los algo más de 42 kilómetros, y esta palabra, maratón, es conocida por casi todo el mundo.

Evoca a épica. A esfuerzo, sufrimiento, agonía, superación. Algo inalcanzable. Reservado a unos pocos privilegiados que además dedican cuerpo y alma a vencer a esta distancia. Porque la maratón no se corre, se vence. No es una carrera, es una lucha. Contra uno mismo.

O eso diría yo. Porque no he corrido ninguna. Ni creo que lo haga. Conozco mis limitaciones físicas con la rodilla, y no sé si mi tono muscular es el apropiado para estas distancias.

Por otro lado, hay muchos ejemplos en los foros de gente que ha empezado a correr con 50 años y ya han “vencido” al maratón en muchas ocasiones. Eso anima y da esperanza (poca).

Porque lo que a todos nos parece épica o inalcanzable para el mortal común, se ha ido convirtiendo en pocos años en algo no usual, pero tampoco raro ni esporádico. No había más que ver las fotos o la TV para darse cuenta de la cantidad ingente de personas, normales, trabajadoras, que corrieron (lucharon) ayer el maratón de Madrid.

Los foros describen la carrera como muy dura. No sólo por el perfil (el ganador tardó 2h11m), contra el que nada se puede hacer en una ciudad como Madrid. Sobre todo por el calor. Y es que este fin de semana ha hecho calor. El suficiente para ir en pantalón corto. Demasiado para ir a esta batalla.

Al menos no se han tenido que lamentar desgracias (dos semanas antes falleció un corredor de 31 años en la Media Maratón de Madrid).

De verdad que me gustaría poder correr alguna algún día. Pero habrá que ir poco a poco y de momento ni se plantea. Quizá hay que empezar por el principio, para variar. A ver si a final de año puedo contar que he vuelta a correr una media en condiciones. Y si el 2011 corro varias medias para ir conociendo la distancia, se puede empezar a plantear.


No hay comentarios:

Publicar un comentario