Fin de temporada. En julio.
El motivo es que en una revisión rutinaria en el trabajo detectaron un señal extraña en el electrocardiograma y tras visitar al cardiólogo y realizar pruebas (holter, prueba de esfuerzo, etc) el diagnostico es que tengo una taquicardia incesante.
El tratamiento es hacer un test electrofisiologico para verificar el diagnóstico, que en este caso consiste en introducir un cateter con electrodos por la vena femoral y acceder al interior de la auricula (donde piensan que está el foco). Si detectan el punto, o el camino, en el que se producen los impulsos que no son normales, entonces pasan a practicar una ablación por radiofrecuencia (a través de otro cateter).
Aunque todo esto asusta un poco, al menos a los desconocedores de la materia, el especialista no parece estar muy preocupado dentro de los problemas que siempre pueden surgir y lo delicado de la zona. Además, esta parte está superada.
Ya me encuentro en casa. Tras la ablación, ayer, he pasado un día en la Unidad de Cuidados Intensivos. Parece que todo ha ido bien (con sus sustos), y la taquicardia ya no está presente. Puede volver (¿quién sabe?) y pueden aparecer otros problemas, pero por lo pronto estoy de vuelta en casa.
Sin poder hacer deporte por el momento. Y ya veremos. En una semana cita con el cardiólogo, que me hará (me ha adelantado) repetir la prueba del holter. Y a partir de ahí veremos.
Hasta hoy el cardiólogo siempre me dijo que hiciera vida normal. Seguramente, muy probablemente, lleve con ello toda la vida. No sentía o no tenía sintomas de palpitaciones o falta de aire. "habrás aprendido a vivir con elos, o te harbás acostumbrado". Sí notaba un pulso irregular (al que nunca di importancia y hoy puedo comprobar cuánto de irregular era). He hecho deporte estas últimas semanas pero desde que sé esto se me han ido quitando la ilusión por competir. Ya volverán. Ahora no pienso en eso... cuando me den permiso, hacer poco a poco lo que me vaya apeteciendo.
De momento, todo bien. Las próximas semanas ya veremos.
