16 abril 2011

UN CAMINO SIN META A LA VISTA

Sin un objetivo claro. Sin plazos, sin metas.

Así es el momento en el que me encuentro. Desde que se detectó el problema en la rodilla no he parado de buscar un camino que me lleve a algún lado. Ahora mismo ando por él, y no sé donde llevará. Quizá sea el propio camino la meta en sí.

Entre visitias al traumatólogo, al podólogo, apuntarme a un curso de natación, han pasado ya casi 4 meses. Conclusiones: no soy pronador ("toda la vida" creyendo que sí). Y tengo la cadera derecha más baja que la izquierda, incluso perceptible a simple vista (¿origen del problema?). El caso es que me duelen las caderas (¿sugestión?), aún llevando 3 meses sin correr. El fisio me dijo que el psoas no parecía ser el problema y tenía pinta más de cadera que muscular.

Doy la temporada por perdida. Así como suena. He perdido toda motivación. No estoy para eso. Además, he descubierto que en este momento puede ser más frustrante que gratificante marcarme metas y objetivos.

El reto de hacer (acabar) un triatlón puede no llegar nunca. Lo de la natación es algo que ahora mismo me supera. No me gusta. Así de sencillo. No me motiva. No voy a desistir ahora, pero hoy soy pesimista sobre si podré nadar siquiera 500 metros seguidos. Ahora mismo no hago más de 100 en una piscina de 25. Me ahogo, no sé respirar. Me canso. Me aburro.

El camino ahora pasa por recoger las plantillas y probarlas en las nuevas zapatillas. Trotar y llegar a un punto en el que el camino se bifurcará. A partir de ahi...

De momento lo estoy recorriendo en bicicleta. Y poco a poco, que no me atrevo a más.